La parroquia San Rafael Arcángel está ubicada al sur-occidente de la Ciudad de Valledupar, Departamento del Cesar, en el barrio siete de Agosto. Los fieles que jurídicamente pertenecen a ella son aproximadamente unos 7.000 habitantes. Se encuentra conformada por los barrios: Álamos I, El Prado, Rueda, San Francisco, Siete de Agosto y Villa Olga.
Debido al crecimiento acelerado de la población los límites iniciales de la parroquia han sufrido notables modificaciones, actualmente los limites son los siguientes: Calle 44 con Carrera 24 esquina, dirección norte hasta la avenida fundación o Turbay Ayala (Diagonal 21), por la Avenida Fundación dirección occidente hasta el obelisco, del obelisco dirección sur siguiendo la Avenida Badillo (Calle 44) hasta la carrera 24.
La condición socio-económica del barrio es de pobreza. Esto se ve reflejado en la forma cómo viven las personas, muchas casas en obra negra, algunas en tabla, con paredes de barro, con pisos de tierra. El barrio tiene un alto índice de desempleados, la mayoría no tienen trabajo estable, muchos trabajan ocasionalmente y los ingresos no llegan al salario mínimo mensual establecido por el estado.
La mayoría de los habitantes son católicos pero pocos practicantes. Un alto porcentaje de ellos solo asisten únicamente a las celebraciones de semana santa, a las fiestas religiosas más populares, en ocasiones de bodas, exequias o para recibir los sacramentos: Bautismo, primera comunión, confirmación, etc. En estos últimos años, se ha visto el surgimiento de sectas religiosas que atraen a las personas con la promesa de una falsa felicidad.
La situación religiosa de la comunidad parroquial de san Rafael ha evolucionado ligeramente en estos 10 años de misión permanente de la Iglesia en este sector periférico de la ciudad. Hoy día, se ha incrementado la participación de los fieles en la celebración de la misa dominical, que se realiza en el lugar destinado para el templo y al aire libre aprovechando la época en que no hay lluvias. La participación de los fieles a esta celebración oscila entre 300 a 400 personas aproximadamente dependiendo de la situación climática. Es una comunidad muy heterogénea, asisten personas de todas las edades: niños, jóvenes, adultos, parejas y ancianos.
De manera gradual, se va formando en este barrio una comunidad de personas que son convocados por la Palabra de Dios que llama y nace así el pueblo de Dios, que es la Iglesia. Es necesario entonces, que para estas personas que llegan, se vayan abriendo espacios eclesiales donde ellas puedan vivir su experiencia de fe con un sentido comunitario. La parroquia ya cuenta con un grupo de infancia misionera, una comunidad de jóvenes, 7 pequeñas comunidades eclesiales (que suman 150 personas) y un pequeño grupo de catequistas que se encargan de la catequesis sacramental. En el año 2004, participaron en la catequesis de los sacramentos 189 niños, que recibieron unos bautismos, otros primera comunión o confirmación.
Debido al crecimiento acelerado de la población los límites iniciales de la parroquia han sufrido notables modificaciones, actualmente los limites son los siguientes: Calle 44 con Carrera 24 esquina, dirección norte hasta la avenida fundación o Turbay Ayala (Diagonal 21), por la Avenida Fundación dirección occidente hasta el obelisco, del obelisco dirección sur siguiendo la Avenida Badillo (Calle 44) hasta la carrera 24.
La condición socio-económica del barrio es de pobreza. Esto se ve reflejado en la forma cómo viven las personas, muchas casas en obra negra, algunas en tabla, con paredes de barro, con pisos de tierra. El barrio tiene un alto índice de desempleados, la mayoría no tienen trabajo estable, muchos trabajan ocasionalmente y los ingresos no llegan al salario mínimo mensual establecido por el estado.
La mayoría de los habitantes son católicos pero pocos practicantes. Un alto porcentaje de ellos solo asisten únicamente a las celebraciones de semana santa, a las fiestas religiosas más populares, en ocasiones de bodas, exequias o para recibir los sacramentos: Bautismo, primera comunión, confirmación, etc. En estos últimos años, se ha visto el surgimiento de sectas religiosas que atraen a las personas con la promesa de una falsa felicidad.
La situación religiosa de la comunidad parroquial de san Rafael ha evolucionado ligeramente en estos 10 años de misión permanente de la Iglesia en este sector periférico de la ciudad. Hoy día, se ha incrementado la participación de los fieles en la celebración de la misa dominical, que se realiza en el lugar destinado para el templo y al aire libre aprovechando la época en que no hay lluvias. La participación de los fieles a esta celebración oscila entre 300 a 400 personas aproximadamente dependiendo de la situación climática. Es una comunidad muy heterogénea, asisten personas de todas las edades: niños, jóvenes, adultos, parejas y ancianos.
De manera gradual, se va formando en este barrio una comunidad de personas que son convocados por la Palabra de Dios que llama y nace así el pueblo de Dios, que es la Iglesia. Es necesario entonces, que para estas personas que llegan, se vayan abriendo espacios eclesiales donde ellas puedan vivir su experiencia de fe con un sentido comunitario. La parroquia ya cuenta con un grupo de infancia misionera, una comunidad de jóvenes, 7 pequeñas comunidades eclesiales (que suman 150 personas) y un pequeño grupo de catequistas que se encargan de la catequesis sacramental. En el año 2004, participaron en la catequesis de los sacramentos 189 niños, que recibieron unos bautismos, otros primera comunión o confirmación.
